Brote psicótico

Pregunta anónima a través de redes sociales:

“Mi hijo de 21 años lleva desde que acabaron las clases encerrado en su habitación fumando porros. Si le pedimos que salga, se pone agresivo. Después de unos días sin verle el pelo, ahora apenas sale de su habitación, ni siquiera para asearse o comer… está en su búnker y estamos muy preocupados! Con 17 años tuvo un brote psicótico y lo ingresamos 10 días en el hospital. ¿Qué podemos hacer para ayudarle?”


Sergi Vilardell Responde:

Sabemos que el consumo de drogas puede desencadenar brotes psicóticos, especialmente entre los adolescentes. Concretamente el cannabis conlleva un riesgo en este sentido, especialmente si tenemos en cuenta que ya ha tenido un antecedente como el que menciona a la edad de 17 años.

Hay algunas personas que son más vulnerables que otras a sufrir un brote psicótico por la fragilidad de su estructura psíquica. Para ellas, serán de especial riesgo la situaciones de  fuerte estrés o situaciones en las que el equilibrio psíquico pueda verse descompensado por algún elemento que les desborde.

Un brote psicótico se caracteriza por la pérdida de conexión con la “realidad”, especialmente por la aparición de delirios y/o alucinaciones. Es un estado de desorganización psíquica  que puede durar días e incluso semanas o meses y que altera completamente la vida de la persona que lo sufre y de quienes lo rodean.

La indicación médica ante un brote psicótico es el tratamiento farmacológico con antipsicóticos y en muchas ocasiones es necesario el ingreso hospitalario en unidades de psiquiatría para conseguir estabilizar al paciente.

Mientras dura el episodio agudo del brote psicótico, la intervención profesional es fundamentalmente médica y farmacológica. No obstante, si tenemos en cuenta la fragilidad de estos pacientes y el riesgo real de sufrir nuevos brotes psicóticos, se hace muy necesario acompañar el tratamiento médico de un tratamiento psicológico.

Para que la psicoterapia sea efectiva es necesario que el paciente esté relativamente estable, de lo contrario, es posible que la terapia no tenga ningún efecto e incluso pueda ser contraindicada. Este es el motivo por el cual normalmente el tratamiento psicológico se inicia cuando el tratamiento farmacológico ha hecho ya sus primeros efectos y los síntomas positivos de la psicosis han remitido al menos parcialmente.

El tratamiento psicológico estará orientado a que el paciente pueda saber más acerca de los desencadenantes que han causado el brote, pero también procurar que el paciente pueda encontrar sus propias soluciones para mantener su estabilidad.

Por último, no queremos dejar de decir que para tratar con casos de psicosis es importante que el psicólogo clínico haya recibido formación específica y disponga de experiencia suficiente, ya que de lo contrario, una mala orientación puede tener consecuencias graves.

En relación a la pregunta de estos padres y por los antecedentes que presenta el chico, se hace necesaria e imprescindible una valoración clínica de su estado, por lo que pueden dirigirse a su centro de salud o llamar al teléfono de emergencias médicas (061) y comunicar la situación en la que se encuentran. En estos casos, la intervención puede ser muy distinta en función de la predisposición que muestre el chico para llevar a cabo dicha valoración.

 

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