El término dependencia emocional suele asociarse a las llamadas “relaciones tóxicas”. Ambos conceptos, relativamente recientes, comparten rasgos con la adicción: si uno no está bien consigo mismo, es difícil estar bien en pareja. Cuando la dependencia convive con vigilancia, sospechas o control, conviene trabajar también los celos en la pareja dentro del plan terapéutico.
El primer paso es resolver los problemas personales; esa mejora repercute positivamente en la relación. Si el vínculo ha quedado herido por traición o dudas de fidelidad, puede ser útil integrar terapia de pareja por infidelidad mientras avanzas en tu proceso individual para recuperar confianza y límites sanos.